El centro materno-infantil de Ndava brinda atención sanitaria principalmente a mujeres y niños/as menores de 5 años, cubriendo los servicios necesarios durante la etapa del embarazo, previa y posterior al parto, y los primeros años de vida. Además, cuenta también con servicios de atención ambulatoria, atendiendo a personas que padecen tuberculosis, malaria, VIH, entre otros.

• ONG: Asociación Solidaria Universitaria (ASU) ONG (página web)
• Servicio: Dar acceso a la electricidad 24/7 al centro
• Instalación FV: 36 paneles (17,28 KWp)
  
• Impacto social: mejorar la salud materno-infantil y atención sanitaria a través de la mejora del servicio del centro
• Población beneficiaria: 64.855 habitantes de la región de Muhanga

Burundi es uno de los países más pobres del mundo, con alarmantes niveles de desnutrición y hambruna, el 67% de su población vive en la pobreza. Está en el puesto 185 de 189 del índice de Desarrollo Humano, y su PIB per cápita es tan solo de 260 dólares. La esperanza de vida al nacer se sitúa en los 60,8 años, casi 23 años por debajo de la española. El índice de fertilidad de Burundi es alto, 6,1 hijos, pero, sin embargo, la tasa de mortalidad infantil es también muy elevada, debido a la desnutrición y falta de asistencia sanitaria durante los primeros años de vida.

Ndava es una pequeña aldea rural de la comuna de Muhanga, provincia de Kayanza, de Burundi. Muhanga es un área montañosa que cuenta con 6 colinas, donde habitan en torno a 65.000 personas.  Se encuentra en una situación de aislamiento, debido a la ausencia de buenas vías de comunicación en Burundi, lo que obliga a la comunidad a depender de sus propios recursos.

El principal objetivo del centro de Ndava es mejorar la salud materno-infantil y atención sanitaria. Atiende una media de 45 partos mensuales, 2.000 atenciones ambulatorias, y cuenta con 14 personas empleadas. En el último año, se han atendido a casi 20.000 personas. El centro ofrece los siguientes servicios: sala de partos, cirugía, consulta prenatal, consulta de pediatría, consulta para adultos, laboratorio, farmacia, una sala de ingresos tanto para mujeres como para bebés, sala de dilatación, baños y cocina.

Para ello, es vital contar con electricidad fiable, con la potencia suficiente y sin cortes.  El centro no cuenta con conexión a red eléctrica, y utilizaban tan solo un generador que usaban ocasionalmente, dado el alto precio del gasoil. Por ello, las posibilidades de los servicios (por ejemplo, el uso de incubadoras) y la calidad de estos se veía altamente perjudicada. Además, una vez que anochecía (las horas de sol en primavera van de las 6am a las 6pm), no se podía trabajar adecuadamente, ya que no contaban con luz para ello.

Gracias a este proyecto, el centro tiene luz 24 horas al día, 7 días a la semana. El sistema solar cubre la atención integral del centro y los aparatos que ahora tienen. A partir de ahora, tanto las consultas del centro, test de laboratorios, y los partos, son con electricidad. La calidad de los servicios ha mejorado, como por ejemplo en los partos nocturnos. La potencia instalada permite al centro proporcionar otros servicios más avanzados: será capaz de ampliar alguna de estas atenciones, con otros servicios que hasta ahora no prestaban. Además de ello, se reducirán gastos relacionados con el generador, como la compra de gasoil y su mantenimiento.

Desde Fundación Eki queremos dar especial gracias, entre otros, a la Fundación Anesvad (página web) por hacer esto posible. Este proyecto ha sido financiado por los Premios a la Solidaridad y la Cooperación de Anesvad, Edición VI 2021.

Agradecemos también a Oskar Epelde, que nos deja este vídeo tras su visita al centro en Ndava: ETB Teleberri

Agradecimientos a ASU ong por las imágenes cedidas.