Hospital de Ebome, Camerún
- Inversión: 22.300€
En 2021, Fundación EKI instaló un sistema solar fotovoltaico para dar cobertura al Hospital de Ebomé, en Camerún, gestionado por la ONG Ambala de Pamplona. El envío se hizo con la inestimable ayuda de la ONG Ayuda Contenedores, también de Pamplona.
Con 60 paneles, necesarios para cubrir las demandas energéticas de todo el hospital, es una de las mayores instalaciones que hemos realizado hasta la fecha. Además, también es una de las primeras instalaciones en las que se han utilizado baterías de litio, que reducen el espacio necesario para su instalación, no requieren mantenimiento y permiten un ciclo de carga y descarga más eficiente.
En 2021, otro proyecto de ampliación se ha realizado en el hospital. La sustancial mejora de la atención médica que la primera instalación permitió llevó a solicitar la ampliación. Se ha reforzado la parte eléctrica de la instalación, añadiendo un inversos y más placas solares, lo que permite ahora conectar más dispositivos y así ampliar su capacidad de asistencia médica
- ONG: Ambala
- Servicio: Luz y suministro eléctrico 24/7
- Impacto: 25.000 personas y 1.200 partos atendidos al año
- Instalación FV: 60 paneles (18.3 kW)
- Impacto social: Mejora de las condiciones sanitarias y de la calidad de la atención
- Situación Proyecto: En operación
El hospital, situado al sur de Kribi, en el Departamento de Océan, Provincia del Sur, da servicio a un área con 180.000 habitantes. Además, atiende a varios cientos de pigmeos Bagyeli (población indígena), visitando sus campamentos para ofrecer atención sanitaria in situ y tratar los casos más complicados en el hospital de forma totalmente gratuita, incluyendo manutención y transporte. También hay un pozo de agua utilizado tanto por el hospital como por la población local.
El hospital de Ebomé cuenta con dos generadores de gasolina que se utilizaban para suministrar electricidad durante los cortes continuos, pero gracias a la nueva instalación solar sólo serán necesarios como respaldo excepcional; de esta forma, se consigue un ahorro considerable en combustible y se evitan las molestias generadas por los ruidos y los humos resultantes de la operación de los generadores. Además, también se reduce en gran medida la factura eléctrica del hospital.