La Fundación EKI centra su actividad en el suministro de fuentes de energía eléctrica autónoma (principalmente solar fotovoltaica) a centros educativos, de salud, y de interés social en países en vías de desarrollo.
EKI se constituye en 2017 por iniciativa de los accionistas de Solarpack, empresa pionera en el desarrollo, construcción y operación de proyectos solares fotovoltaicos de tamaño industrial.